Hace un día precioso, cielo despejado.
El murmullo de las atracciones de feria
llegando desde el frontón.
El calor difuminado por una suave brisa.
Esa serenidad que te hipnotiza
cuando ves cimbrearse las copas de los árboles.
Apoyas los ojos sobre los coches
que lo abarrotan todo.
Hace un día precioso, las llaves , el identificador.
Cruzo el umbral.
La frescura de la entrada me saluda
a la par que el grisáceo edificio.
Donde se cuentan mil historias de antaño
donde se recuerda o a veces no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario