Puzzle

Se quedó parada en la puerta. Con una rápida ojeada, la imagen que ofrecía aquella habitación era desconcertante.

Caos, era la primera impresión, la primera sensación que acudía a su mente. pero no era caos era un perfecto desorden.
Contrastaba ver las cajas cerradas y sin etiqueta alguna que desvelara su contenido, con la perfecta ordenación de los libros sobre el separador. Una desvencijada mesa hacia las veces de escritorio, y el olor a madera quemada provenía de una pequeña chimenea.

Ningún detalle que reclamase atención, que sobresaliese de aquel puzzle.

La penumbra hacia poco menos que perceptible la dimensión de aquella estancia. Con dificultad se acercó a la ventana y no sin esfuerzo empujó los cuartillos, la luz tenue del atardecer evocaba melancolía.

La amalgama de sonidos provinientes de la calle contrastaba ahora con la quietud de la habitación donde pareciese que el tiempo hubiera varado su inexorable maquinaria.

Se dejó caer sobre el canapé. Ahora sólo se escuchaba el crepitar de la leña. Pequeñas chispas saltaban como si se tratase de pequeñas hadas danzando alrededor del fuego.
El filo acerado del cortaplumas se hundió sin esfuerzo en el precinto.
Tras un titubeo nervioso los pequeños duendes de la luz envolvieron con sus alas aquellos recuerdos ...

la ventana

Un pequeño punto blanco empezaba a verse e el horizonte. Lilith miraba a través de las ventana mientras lentamente seguía ordenando sus enseres.
Su ropa estaba sobre la cama, la vieja y desvencijada maleta, su compañera de viaje estaba ya abierta y preparada para emprender una nueva aventura.

Se distinguía un humo blanco, que a diferencia de las nubes no formaba figuras. La vieja locomotora avanzaba inexorablemente, su mente se traslado en el tiempo cuando en la escuela mirando por la ventana veía otros trenes , y su mente le hacia imaginar lugares lejanos y por explorar lugares recónditos. O como en otras ocasiones se imaginaba cogida de la mano paseando por las laderas verdes que rodeaban su aldea.

Echó un último vistazo a su habitación, agarró la maleta con las dos manos, y con un tirón la asió con fuerza. Se dirigió a la puerta y con lentitud y sin hacer ruido cerró la puerta.

- Viaaajeeeros al tren- Una bandera verde hondeaba en el horizonte. -

Resultados

La realidad siempre supera a la ficción.

Miedo a sentir

Compartir es la palabra clave, nuestras alegrías y nuestras penas, nuestras inquietudes, nuestros anhelos.
Yo no busco atesorar amigos, quiero encontrar PERSONAS con las que compartir, con las que hablar, con las que debatir.

Tristemente, tanto tienes tanto, eres y tanto te puedo sacar,es lo que prima. y duele, no todo esta venta y no todo se vende. (Soy rara, así me va).

He comprobado que no escarmentaré nunca así que tengo muy claro que nunca seré rica, nunca seré famosa y que tal vez encuentre personas en mi recorrido solo tal vez...y seguiré echando un vistazo por encima de mis gafas no para ver mejor sino para sentir, y seguiré olvidando los rostros de la gente a mi alrededor pero no las sensaciones que me transmiten y si mi arriesgo, y pierdo, volver a levantarme es lo difícil, que yo sepa nadie a dicho que esto fuera fácil...

Disfruto de cada momento porque no se si habrá otro y cada momento, conversación, cada sentimiento son únicos y mi memoria los atesora y rememora pensando que he sentido y he vivido.

Cuando pierdes un amigo el alma se desgarra y te sientes solo, te sientes pequeño y traicionado y vació y eso duele. Porque parte de ti mismo se ha ido y sabes que no va volver.

Siento miedo, miedo de desnudar mi alma ante un extraño. Miedo de sentirme frágil y vulnerable. Incluso a veces miedo a sentir...