07 noviembre, 2008

Puzzle

Se quedó parada en la puerta. Con una rápida ojeada, la imagen que ofrecía aquella habitación era desconcertante.

Caos, era la primera impresión, la primera sensación que acudía a su mente. pero no era caos era un perfecto desorden.
Contrastaba ver las cajas cerradas y sin etiqueta alguna que desvelara su contenido, con la perfecta ordenación de los libros sobre el separador. Una desvencijada mesa hacia las veces de escritorio, y el olor a madera quemada provenía de una pequeña chimenea.

Ningún detalle que reclamase atención, que sobresaliese de aquel puzzle.

La penumbra hacia poco menos que perceptible la dimensión de aquella estancia. Con dificultad se acercó a la ventana y no sin esfuerzo empujó los cuartillos, la luz tenue del atardecer evocaba melancolía.
La amalgama de sonidos provinientes de la calle contrastaba ahora con la quietud de la habitación donde pareciese que el tiempo hubiera varado su inexorable maquinaria.

Se dejó caer sobre el canapé. Ahora sólo se escuchaba el crepitar de la leña. Pequeñas chispas saltaban como si se tratase de pequeñas hadas danzando alrededor del fuego.
El filo acerado del cortaplumas se hundió sin esfuerzo en el precinto.
Tras un titubeo nervioso los pequeños duendes de la luz envolvieron con sus alas aquellos recuerdos ...

No hay comentarios: