13 septiembre, 2008

Leyenda urbana


Como toda ciudad que se precie y la mía no iba ser menos, tiene leyendas urbanas.
Las leyendas urbanas consisten fundamentalmente en historias que van corriendo de boca en boca, y que si bien se adaptan a los tiempos, el fondo sigue igual.

Edificio de juzgados, dos policías de paisano tienen que testificar en el caso de un ratero habitual. Tan habitual que hace buena la frase de entrar por una puerta y salir por la otra. Ellos saben que esta vez como tantas otras, su testimonio no servirá de nada, pues a los cinco minutos, saldrá de allí tan pancho.
Da comienzo el juicio hablan la procuradora, la abogada de oficio y bla, bla, bla Y la juez dicta sentencia A LA CALLE como siempre. La ley se ha cumplido, los policías impotentes de ver como su trabajo "su auténtico trabajo" no sirve para nada.
Y de pronto se oye un voz
-Me ha robado, ese desgraciado, me ha robado- minutos tensos, llamadas rápidas y se escucha
- Menos mal, no había abandonado, el edificio.
Juicio rápido y se dicta sentencia
"Como el acusado no tiene intención de redimirse y quedando probados los hechos este tribunal sentencia a ..."

Por lo visto las veces anteriores la juez no tenia muy claro las intenciones del ratero hasta que a quien robo fue a ella...

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