Solo quieres sentir e imaginar. Dejarte llevar. Solo quieres ver puertas abiertas en un rincón de tu alma.
Se detiene el reloj y las campanas han dejado de sonar. Y la niebla lo envuelve todo pero se siente el olor de la tierra mojada después del rocio.

Y bailas y giras. Estas en una estancia vacía con un vestido blanco. Y giras y bailas. Y levantas tus manos, como si de una suplica se tratara y pasas de puntillas por si se desvanece y corres y huyes y no miras atrás, y algo te para una mano que no ves pero que sientes. E imaginas todas esas cosas, que tantas veces has imaginado. y acaricias una mejilla imaginaria, puedes hasta sentir su olor, su presencia y le sientes tras de ti, sientes su aliento, abrazándote, arropándote, y durante un segundo te sientes segura y durante una fracción de segundo el mundo se para...
El piano y la sala... a lo lejos tañen las campanas.
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