07 junio, 2008

Para mi amigo aunque él no lo sepa


A veces lo único que pedimos es un abrazo. Sentirnos reconfortados por la sensación de calor de esos brazos que están abiertos sin juzgar, sin preguntar.

A veces, una sonrisa mientras haces la cena y le miras a los ojos. El deseo irrefrenables de estar a su lado. Sentir la distancia sus temores y sus miedos.
Pero lo único q encontramos son reproches y te planteas los km. de distancia q existen en dos pasos.

A veces, te sientes perdido, y buscas unos brazos, una mirada... en otro lugar.
Pero, a veces, hay que levantarse y seguir...

Y tu vida se convierte en rutina vertiginosa. Te levantas, trabajas, hablas...tic-tac,tic-tac,tic-tac llenas todos los huecos posibles de tu vida, todo con tal de no sentir, de no pensar. De no sentir el frió que deja un vació inmenso, por que sentir duele, duele tanto q desde lo mas hondo de tu alma crece un grito desgarrador que se ahoga en tu garganta. ¿Por qué a mi? Lo tenia todo, y no tenia nada.
Tu sonrisa se ha convertido en tu máscara, no sientes, no vives por que nadie debe saber... que el reloj se paró, que tus ojos estan vidriosos de llorar su ausencia.

A veces, te sientes culpable por que alguien llama tu atención y su recuerdo te atraviesa el alma como si de nuevo...Te torturas pensando la buscas...
No tuviste la culpa. No tuviste la culpa de elegir caminos diferentes de enamoraarte de una imagen de cristal. No busques su perdon por que nada hay que perdonar salvo a ti mismo, por que una pareja son dos almas y un solo sentimiento. Piensa que el perdon y el olvido van unidos de la mano. Por que tienes derecho a sentir a vivir y a que unos brazos te acogan y te den calor, y te miren a los ojos y sepas lo que estan sintiendo y tú, digas mientras dejas tus llaves a la entrada :"Hola, cariño ya estoy en casa"


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