21 junio, 2008

tomando decisiones

Como todos los años por estas fechas hay dos fenómenos que se repiten inexorablemente, a saber, las rebajas y la operación bikini.

Las rebajas. Como en toda época de crisis que se precie duran todo el año, enmascaradas bajo el eufemismo de descuentos varios, 30,40 o 50%, todo despenderá de lo riguroso del inverno, del verano.
Veremos compradores que sin necesitar nada compren compulsivamente. Sólo por el hecho de tener un precio más bajo del original. Como señoras son capaces de comprar una talla inferior a la que se gasta, pensando sólo que con sacarla un poquito las costuras y adelgazando un "par" de kilillos... estará arrebatadora.

Esos kilillos de más son los que hacen que el deporte nacional de los últimos años sea "la operación bikini".
Llega el verano y por lo general el calor. Calor que nos hace desprendernos de los incómodos abrigos, chaquetas y demás capas de cebolla. Momento que aprovechamos para sacar del armario nuestra ropa más ligera. El espejo es el gran protagonista de estos momentos de intimidad. Silencio, expectación, pequeños sonidos guturales...pero si me he cuidado, si apenas me he pasado, estos algunos de los razonamientos que pasan por nuestro cerebro cuando nuestros piratas favoritos no nos valen, o vemos asombradas con por debajo del top aparece un abultamiento un tanto sospechoso.

Automáticamente y sin perder un minuto tomamos dos drásticas decisiones empezar la operación bikini y salir a las rebajas.

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